En1953, John Grinder y Ricard Bandler (padres de la PNL) visitaron la Universidad de Yale (E.E.U.U.) con el objetivo de realizar un experimento muy sencillo. Se les preguntó a los licenciados si tenían un conjunto claramente definido y por escrito de los objetivos que querían alcanzar en su vida.
Sorprendentemente, sólo un 3% de los entrevistados lo había hecho.
Hasta aquí todo esto es simplemente un dato estadístico, si fuese porque 20 años después, los investigadores volvieron y entrevistaron a las personas que participaron en el estudio de 1953 y comprobaron que aquel 3% valía más, en términos de solvencia que todo el 97% restante.
Al margen del éxito financiero, descubrieron que otros aspectos más subjetivos como la felicidad o la satisfacción en la vida también eran superiores en aquel 3%.
¡Así es el poder de un objetivo bien definido!
“Lo que tu mente pueda concebir y crear, puede ser alcanzado”
Napoleón HIl