Los cuatro principios siguientes, basado cada uno de ellos en un arquetipo,
componen el cuádruple sendero:
1. Muéstrate, o elige estar presente. Estar presentes nos permite
acceder a los recursos humanos del poder, la presencia y la
comunicación. Ésta es la senda del guerrero
2. Presta atención a lo que tiene corazón y significado. Prestar
atención nos abre a los recursos humanos del amor, la gratitud, el
reconocimiento y la validación. Ésta es la senda del sanador.
3. Di la verdad sin culpabilidad ni juicio. Decir la verdad sin
emitir juicios nos hace ser auténticos y desarrolla nuestra
visión interna e intuición. Éste es el camino del vidente.
4. Permanece abierto al resultado, no atado a él. La apertura y el
desapego nos ayudan a recuperar recursos humanos como la
sabiduría y la objetividad. Éste es el camino del maestro.
Extraído del libro "Las Cuatro Sendas del Chamán".
Extraído del libro "Las Cuatro Sendas del Chamán".