martes, 31 de mayo de 2011

Energía Kundalini



Los orígenes del Kundalini Yoga están envueltos en las nieblas del amanecer de la civilización en el subcontinente de la India.

Los Yoguis dicen que Kundalini es la energía total que el Hombre posee. y que se encuentra dormida en la base de la columna vertebral.
Kundalini Sakti, la energía "femenina" enrollada y adormecida, es el vasto potencial de energía psíquica presente en todos nosotros. Normalmente se simboliza como una serpiente enrollada tres veces y media, con su cola en la boca y girando en el axis central (sacro o hueso sagrado) en la base de la columna. El despertar de esta serpiente y la manifestación de sus poderes es un objetivo primordial de la práctica de Kundalini Yoga.

Sabemos que las técnicas básicas evolucionaron en los monasterios de la India y el Tibet a lo largo de un periodo de miles de años. Allí los rishis probaron y perfeccionaron sistemáticamente los movimientos precisos, las posturas, sonidos y respiración que activan distintas partes del cuerpo y el cerebro para producir resultados específicos.
Y si bien estas definiciones son clásicas de los autores que no han querido en algunos casos revelar la verdadera esencia de Kundalini, y por otra parte de los pseudo-maestros que no saben nada por experiencia, sino por interpretación, nosotros debemos alzar la experiencia real de los siglos de práctica sobre la farsa escrita sobre tal materia, y apoyarnos en la luz de los textos básicos que datan de fechas inmemorables.

El despertar de Kundalini viene cuando nosotros miramos hacia el Alma y no hacia el cuerpo, ya que Kundalini no está en el cuerpo, no avanza en el cuerpo.

Kundalini es la Mente, la Mente que cargada de energía conciente que viene del manantial de los Chakras, viaja hacia senderos ignotos, hacia un Universo sin forma, sin columna vertebral, sin fin...
En el entrenamiento Iniciático la conciencia del cuerpo debe quedar abolida para que pueda quedar lugar para la manifestación de la energía Cósmica, las energías deben pasar por la conciencia y no por el cuerpo, en esta labor la atención debe enfocarse en la conciencia, el órgano sutil de la energía.

La suma general de la energía que le permite a los seres pensar y moverse en el Universo, no es sino el mismo soplo que arranca las tormentas y mantiene en armonía el Universo.

Y esta energía de una conciencia dormida en el individuo, lo limita a una acción basada en condicionamientos, mientras que el despertar por la conciencia le permite una clase de acción que comunica a cada movimiento la manifestación de esta energía que no muere nunca.

El ascenso de la conciencia por la toma de la energía de los Chakras elevados al nivel del Alma, es el poder que produce el fulgor de la conciencia del Ser y su unión con el Universo.

Este es el despertar de Kundalini.

Fuente:

lunes, 30 de mayo de 2011

Juntos somos invencibles

Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.


Gandhi

miércoles, 25 de mayo de 2011

Manifiesto de los acampados en la Puerta del Sol



DEMOCRACIA REAL ¡YA!

Nadie os obligó a ser políticos. Ninguno de nosotros os pidió que sirvierais al país. Fue vuestra decisión, libre y soberana, así que no vamos a bajar el listón de nuestra exigencia, al contrario, vamos a incrementarlo como nunca antes lo habíamos hecho y vamos a convertir nuestra determinación en el motor de una revolución pacífica que no podréis ni soñar en detener.
Nosotros sustentamos la nación con nuestro trabajo y sostenemos al estado con nuestros impuestos. Nosotros parimos los hijos, los educamos para que continúen manteniendo la nación cuando les llegue el turno y los alojamos en nuestras casas más tiempo del necesario para su vuelo. Y vosotros no habéis hecho vuestra parte del trabajo.

Ahora no tenemos pan para alimentar a muchos de los nuestros. Ahora una generación entera mejor preparada que ninguna otra antes está agonizando sin futuro. Por vuestra culpa.

Ahora lo sabemos: con vuestra hambre de prebendas y vuestra medrosa intemperancia habéis vendido nuestro país y nos habéis vendido a nosotros. Lo peor es que también queréis que paguemos la factura de vuestras pavorosas componendas.

Nosotros cuidamos de los ancianos, mantenemos el ritmo económico del país y hacemos que el progreso sea una realidad para todos inventando internet, descubriendo los principios activos de los medicamentos, aportando ayuda para paliar cualquier desgracia colectiva, viajando a lugares remotos para llevar consuelo o conocimientos, creando los puestos de trabajo y limpiando el chapapote mental con que vuestra negligencia nos roba vidas, haciendas y esperanzas.

Somos nosotros los que morimos por vuestras decisiones, demasiadas veces equivocadas: y es que nosotros ponemos los muertos en los accidentes, en los atentados, en las guerras y en las catástrofes. Vosotros solo nos miráis desde arriba, insaciables, pidiendo más y más y más.

Ahora, cuando las cosas van mal, así sea individual o colectivamente, seguimos siendo nosotros los que apechugamos para salir del hoyo que vosotros cavasteis. Y de paso os sacamos también a vosotros, ingratos, que encima sonreís y os ponéis la medallita que solo es de la masa, de la gente, de la muchedumbre. De la ciudadanía. Nuestra. Y ya hemos llegado al final de nuestro aguante.

Hasta hoy os hemos pedido poco, muy poco. Solamente que no metierais mano en la caja, que no anduvieseis a la gresca por una silla apenas unos centímetros más alta que la otra, que conocierais y respetarais la Constitución , que entendierais nuestras necesidades como sociedad, que fuerais demócratas en el más estricto sentido de la palabra y que protegierais a los más frágiles de entre nosotros. Los servidores públicos sois vosotros y estáis a nuestra disposición, pero lo olvidasteis hace décadas y vendisteis muy barato nuestras vidas, nuestras haciendas, nuestras esperanzas.

Os pedimos muchas veces que nos respetarais como a iguales, que dejarais de perder el tiempo en nimias controversias sobre el tamaño de vuestros egos, enormes por demás. Os gritamos que fuerais más constructivos, capaces y tolerantes, que no dierais tan mal ejemplo a todos los que os hemos estado mirando, atónitos.

Ha llegado el momento de recordaros algo muy importante: este país es nuestro, no vuestro. Y os lo vamos a hacer saber con cuanta determinación y esfuerzos sean necesarios.

Ha llegado el momento. Vamos a recuperar nuestras vidas, nuestras haciendas y, por encima de todo, nuestras esperanzas y nunca más volveréis a robárnoslas.

Ha llegado el momento. Somos más y cada uno de nosotros vale más que todos vosotros juntos porque a nosotros nos mueve la confianza en el nuevo tiempo al que pertenecemos y no vuestro miedo a perder un tiempo que ya murió.

Ha llegado el momento. Vamos a recuperar la sociedad de una nación a la que queremos más que vosotros, con más sensatez y mejores capacidades. Una sociedad que sabe lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere; una sociedad segura de sí y que sabe bien lo que no quiere: a vosotros.

Ha llegado el momento de abrir la caja de Pandora: y ahora solo resta que os vayáis y dejéis el campo libre para que podamos hacer las cosas bien, con la participación de todos y con la hermosa bandera de la Democracia Real izada en nuestros pabellones. No lo pongáis difícil empecinados en vuestra arrogancia.

Idos a casa, politiquillos. Idos ahora cuando todavía os cabe el honor de la retirada silenciosa. Después no habrá tiempo y será muy doloroso.

Estáis despedidos. Sin 45 días. Ni paro.
Democracia Real Ya.

martes, 24 de mayo de 2011

No vemos las cosas como son, las vemos como somos nosotros




Comenzar a Despertar
Eckhart Tolle
No vemos las cosas como son, las vemos como somos nosotros
Eckhart Tolle, un hombre de aspecto endeble no parece responder a la imagen del clásico gurú ; y tiene muy claro que ése no es el lugar que desea ocupar: "no tengo nada para darte; busca en tu interior" -dice . Y ése es el desafío que propone, acceder a un conocimiento interno, que no pertenece al orden de la mente, que reside en un lugar no determinado y que será un descubrimiento personal; eso sí, Eckhart nos señaliza un poco el camino de un modo casi provocativo: "no eres lo que piensas, deja de identificarte con la mente".
Eckhart fue investigador y supervisor en la Universidad de Cambridge. A los veintinueve años experimentó una profunda transformació n espiritual que cambió su vida. Dedicó los años siguientes a comprender, integrar y profundizar esa tranformación, que marcó el comienzo de un intenso viaje interior.
Entre sus libros cabe destacar "El Poder del Ahora" que le deparó innumerables lectores en todo el mundo y "El silencio habla", extraño e intrañable libro donde las palabras parecen susurrar desde el fondo de un profundo estado meditativo.
Lo que sigue es una entrevista en la que habla acerca de los obstáculos para la iluminación o lo que podríamos llamar "las trampas de la mente".
Pregunta: ¿Qué es la Iluminación?
Echart Tolle: Un mendigo había estado sentado a la orilla de un camino durante más de 30 años. Un día pasó por allí un extraño. "¿Tienes algunas monedas?", murmuró el mendigo, estirando mecánicamente el brazo con su vieja gorra. "No tengo nada que darte", respondió el extraño. Y luego preguntó, "¿Qué es eso sobre lo que estás sentado?". "Nada", replicó el mendigo, "sólo una caja vieja. He estado sentado sobre ella desde que tengo memoria". "¿Alguna vez has mirado en su interior?", preguntó el extraño. "No", respondió el mendigo, "¿Para qué? No hay nada adentro". "Echa una ojeada", insistió el extraño. El mendigo logró entreabrir la tapa. Para su asombro, incredulidad y euforia, descubrió que la caja estaba llena de oro.

Yo soy ese extraño que no tiene nada para darte y que te dice que mires en tu interior. No dentro de alguna caja -como en la parábola- sino en un lugar aún más cercano: dentro de ti mismo. "Pero no soy un mendigo", te puedo oír decir.

Aquellos que no han descubierto su verdadera riqueza -la brillante joya del Ser y la profunda e inalterable paz que se encuentra en ese lugar-, son mendigos, aún cuando tengan gran riqueza material. Buscan externamente desechos de placer o plenitud -para la validación, la seguridad o el amor-, mientras en su interior tienen un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas, sino que es infinitamente más grande que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer.

La palabra "iluminación" evoca la idea de algún logro sobrehumano, y al ego le gusta verlo así; sin embargo, se trata simplemente de tu estado natural sentido de unión con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, algo que, casi paradójicamente, eres tú en esencia y que, sin embargo, es mucho más grande que tú. Es el encuentro de tu verdadera naturaleza, más allá de nombres y formas. La incapacidad de encontrar esta conexión da origen a la ilusión de separación de ti mismo y del mundo que te rodea. Te percibes entonces a ti mismo, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el temor, y el conflicto -interno y externo- se vuelve habitual.

Me gusta la sencilla manera en que el Buda define el estado de iluminación: "el fin del sufrimiento". ¿Hay acaso algo sobrehumano en esto? Por supuesto, como definición es incompleta. Sólo te dice lo que la iluminación no es: no es sufrimiento. Pero, ¿qué es lo que queda cuando ya no hay sufrimiento? El Buda guarda silencio al respecto, y su silencio implica que tendrás que descubrir eso por ti mismo. Utiliza una definición negativa, de modo que la mente no pueda transformarlo en algo en qué creer o en algún logro sobrehumano, en una meta que te sea imposible alcanzar. A pesar de esta precaución, la mayoría de los budistas sigue creyendo que la iluminación es para el Buda -no para ellos- al menos por esta vida.

Pregunta: Utilizaste la palabra "Ser". ¿Puedes explicar a qué te refieres con eso?Eckhart Tolle: El Ser es la Vida Única eterna y omnipresente que se encuentra más allá de las innumerables formas de vida que se hallan sujetas al nacimiento y a la muerte. Sin embargo, el Ser no sólo se halla más allá sino en la profundidad de cada forma, como su esencia más interna, invisible e indestructible. Esto significa que eso está a tu alcance ahora, como tu naturaleza más verdadera, tu yo más profundo. Pero no intentes comprenderla con la mente. No trates de comprenderla. Sólo puedes conocerla cuando la mente está quieta. Cuando estás presente, cuando tu atención se halla en forma total e intensa en el Ahora, podrás sentir al Ser, pero nunca podrá ser comprendido con la mente. Tomar nuevamente conciencia del Ser y vivir en ese estado de "conciencia sentida" es la iluminación.
Pregunta: Cuando dices Ser, ¿estás hablando de Dios? Y si lo estás, ¿por qué no usas esa palabra?Eckhart Tolle: La palabra "Dios" ha perdido completamente su significado, a través de miles de años de mal uso. La utilizo a veces, muy escasamente. Por "mal uso", me refiero a que personas que nunca han tenido siquiera un atisbo del ámbito de lo sagrado, de la infinita inmensidad existente detrás de esa palabra, la utilizan con gran convicción, como si supieran de lo que hablan. O bien, argumentan en su contra, como si supieran qué es lo que están negando. Este mal uso origina creencias, afirmaciones e ilusiones egóticas absurdas, como "Mi Dios o nuestro Dios es el único dios verdadero, y el tuyo es falso", o la famosa frase de Nietzche: "Dios ha muerto".
La palabra Dios se ha transformado en un concepto cerrado. Apenas la palabra es pronunciada, se forma una imagen mental -quizás ya no de un anciano de barba blanca-, pero sigue siendo una representació n mental de alguien o algo fuera de ti; y, sí, casi inevitablemente un algo o alguien masculino.
Ni "Dios" ni el "Ser" ni ninguna otra palabra pueden definir o explicar la inefable realidad que se halla detrás de la palabra, de modo que la única pregunta importante es si la palabra es una ayuda o un obstáculo en cuanto a permitirte experimentar Aquello a lo cual apunta. ¿Apunta acaso más allá de sí misma, hacia esa realidad trascendente, o se presta muy fácilmente a transformarse en nada más que una idea, una creencia en tu cabeza, un ídolo mental?
La palabra "Ser" no explica nada, pero tampoco la palabra "Dios". "Ser", sin embargo, tiene la ventaja de ser un concepto abierto: no reduce el infinito invisible a una entidad finita. Es imposible formarse una imagen mental de él. Nadie puede adjudicarse la posesión exclusiva del Ser. Es tu esencia misma, y te es accesible de inmediato como la sensación de tu propia presencia, la sensación de "Yo soy" previa a "Yo soy esto o lo otro". Así que sólo hay un pequeño paso entre la palabra "Ser" y experimentar el Ser.


Pregunta: ¿Cuál es el mayor obstáculo para experimentar esta realidad?
Eckhart Tolle: La identificació n con tu mente, lo que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. No poder dejar de pensar es una espantosa calamidad, pero no nos damos cuenta de esto porque casi todo el mundo la sufre, así que es considerada "normal". Este ruido mental incesante te impide hallar ese dominio de quietud interna que es inseparable del Ser. Esto también crea un falso "yo" -fabricado por la mente-, que extiende una sombra de temor y sufrimiento. Examinaremos todo eso en más detalle más adelante.

El filósofo Descartes creyó haber encontrado la verdad más fundamental cuando formuló su famosa frase: "Pienso, luego existo". De hecho, expresó con eso el error más fundamental: igualar el pensar con el Ser y la identidad con el pensar. El pensador compulsivo -y casi todo el mundo lo es- vive en un estado de aparente separación, en un insanamente complejo mundo de problemas y conflictos continuos, un mundo que refleja la creciente fragmentación de la mente. La iluminación es un estado de "completitud", de "ser uno", y por tanto se está en paz. Se es uno con la vida en su aspecto manifiesto -el mundo- así como con tu yo más profundo y la vida no manifiesta -uno con el Ser-. La iluminación no es sólo el fin del sufrimiento y del continuo conflicto interno y externo, sino también el fin de la horrible esclavitud del pensar incesante. ¡Qué increíble liberación es!

Identificarte con tu mente genera una cortina opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que impiden toda relación verdadera. La cortina se interpone entre tú y tú mismo, entre tú y los demás hombres y mujeres, entre tú y la naturaleza, entre tú y Dios. Es esta cortina de pensamiento la que crea la ilusión de la separación, la ilusión de que hay un tú y un "otro" enteramente separado. Olvidas entonces la realidad esencial de que, debajo del nivel de las apariencias físicas y las formas separadas, eres uno con todo lo que existe. Con "olvidas", me refiero a que ya no logras sentir esta unión como una realidad evidente por sí misma. Puedes creer que es así, pero ya no sabes si lo es o no. Una creencia puede ser tranquilizadora. Sólo es liberadora, sin embargo, a través de tu propia experiencia.

Pensar se ha vuelto una enfermedad. La enfermedad se presenta cuando las cosas se desequilibran. Por ejemplo, no hay nada malo con que las células se dividan y multipliquen en el cuerpo, pero cuando este proceso prosigue en forma independiente del organismo completo, las células proliferan y tendremos una enfermedad.

La mente es un instrumento soberbio si la usamos correctamente. Si se le usa en forma incorrecta, sin embargo, se vuelve muy destructiva. Para ser más preciso, no se trata tanto de que uses tu mente del modo incorrecto -en general no la usas para nada-. Ella te usa. Ésa es la enfermedad. Crees que eres tu mente. Ese es el delirio. El instrumento se ha apropiado de ti.

Pregunta: No estoy enteramente de acuerdo. Es cierto que pienso mucho sin sentido alguno -como la mayoría de las personas-, pero aún puedo utilizar mi mente para lograr cosas, y hago eso todo el tiempo.Eckhart Tolle: Sólo porque puedes resolver un acertijo de palabras o construir una bomba atómica, no significa que puedes utilizar tu mente. Tal como a los perros les encanta morder huesos, a la mente le encanta hincarle sus dientes a los problemas. Es por eso que resuelve acertijos y construye bombas atómicas. A ti no te interesan esas cosas. Permíteme preguntarte esto: ¿puedes liberarte de tu mente cada vez que quieres? ¿Has hallado el botón que detiene todo el mecanismo?
Pregunta: ¿Te refieres a dejar de pensar? No, no puedo hacerlo, excepto quizás por unos instantes.
Eckhart Tolle: Entonces la mente te utiliza a ti. Inconscientemente, te has identificado con ella, de modo que ni siquiera te das cuenta de que eres su esclavo. Es casi como si fueses poseído sin darte cuenta: crees que la entidad que se posesionó de ti eres tú mismo. La libertad se inicia dándote cuenta de que no eres esa entidad que se posesionó de ti -el pensador- Saber esto te permite observar a la entidad. Apenas comienzas a observar al pensador, comienza a activarse un nivel más alto de conciencia. Comienzas entonces a darte cuenta de que hay un enorme ámbito de inteligencia más allá del pensamiento, y que ese pensamiento es sólo un diminuto aspecto de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas que realmente importan -la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interior- tienen su origen más allá de la mente. Comienzas a despertar.

domingo, 22 de mayo de 2011

Dios te diría:


Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho!
Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.

Quiero que goces, que cantes, que te diviertas
y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos
que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.

Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas.
Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable;
yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador,
o que tu sexualidad fuera algo malo.

El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor,
tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras
sagradas que nada tienen que ver conmigo.
Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje,
en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito...
¡No me encontrarás en ningún libro!

Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo,
ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar.
Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres,
de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío
¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti?
¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice?
¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos
que se porten mal, por el resto de la eternidad?
¿Qué clase de dios loco puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes;
esas son artimañas para manipularte, para controlarte,
que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas
lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es que pongas
atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino,
ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso.
Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos,
no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.

No te podría decir si hay algo después de esta vida,
pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera.Como si ésta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.

Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal,
te voy a preguntar ¿Te gustó?... ¿Te divertiste?...
¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Que aprendiste?...
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar.
Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti
. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada,
cuando arropas a tu hijita,
cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan.
¿Te sientes agradecido?
Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo.
¿Te sientes mirado, sobrecogido?...
¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.

Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico
lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí,
que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.
¿Para qué necesitas más milagros?
¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás.
Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.

Spinoza



Fuente: http://porunbuencamino.blogspot.com

domingo, 15 de mayo de 2011

El triple filtro de Aristóteles




El triple filtro de Aristóteles:

1º) ¿Es verdad lo que me vas a decir?
2º) ¿Es bueno lo que me vas a contar?
3º) ¿Es necesario para mí que sepa eso que me vas a decir?


Entonces, puedes decírmelo!!



Inspirado por mi amigo Mariano Cortés.