martes, 19 de junio de 2012

Nuestro gran reto consiste en aumentar nuestro nivel de conciencia

Cuando hablo de nivel de conciencia me refiero a aplicar la conciencia, no a los grandes eventos de nuestra vida sino a nuestro día a día, ya que es ahí donde ocurren los grandes logros.

Conciencia sobre como nos responsabilizamos de nuestros pensamientos, palabras, emociones y acciones. Cuando tomas verdadera conciencia de esto, ya no hay excusas, ya no hay reproches, ya no hay falsos culpables. Tú eres el responsable de tu vida y hasta que no tomes conciencia de ello, el cambio no será posible.


Conciencia a la hora de educar a nuestros hijos, entendiendo que no son nuestros, que ellos tienen identidad propia y que son libres, o deberían serlo, para decidir sobre como quieren vivir su vida, sin depender de sus padres y sin sentir que nos deben algo. Al fin y al cabo todos lo hacemos lo mejor que sabemos hacerlo.

Conciencia sobre como mantenemos el equilibrio en la vida. Todo es cuestión de equilibrio, sin embargo las relaciones se rompen porque siempre hay alguien que quiere más que otro y el equilibrio se rompe. En las empresas aparecen tensiones y problemas porque alguien intenta beneficiarse de otro sin que haya equidad.

Conciencia sobre como recibimos y como damos. Si no hay una relación estable entre el dar y el recibir, la vida no funciona. Quien siempre iba a comprar fruta a una frutería que regalaba la fruta, un día al llegar se la encontró cerrada porque el dueño ya no tenía dinero para seguir mateniéndola ... todos debemos contribuir al justo mantenimiento de todo lo que recibimos... sólo es cuestión de aprender a dar.

Conciencia sobre tu propia evolución personal.  No necesitas nada de fuera; ni religiones, ni gobiernos, ni normas que te limiten... todo lo que necesitas para evolucionar a nivel personal ya lo traías contigo desde el momento de tu concepción (eres un Ser único e irrepetible). Tomemos conciencia de ello, y no será necesario seguir llenando nuestra mente de conocimientos porque entenderemos que el juego consiste en dejar salir lo que verdaderamente somos.