lunes, 27 de septiembre de 2010

Todas las personas queremos lo mismo

Todas las personas queremos lo mismo, aunque cada una lo disfraza con un nombre diferente. Algunas personas ansían conseguir éxito profesional, otras aspiran a tener la casa de sus sueños, las hay que esperan que su pareja les mantenga el resto de su vida,  otras quieren vivir en el campo, conozco a quienes simplemente quieren tener salud, otras desean que sus hijos crezcan fuertes y sanos....

Lo cierto es que no importa bajo que prisma se enfoquen nuestros deseos o cuales sean nuestras aspiraciones, ya que, lo que todas las personas quieren es ser feliz.

Y es aquí cuando se abre el debate sobre la felicidad.. ¿Qué es la felicidad para ti?. No me refiero a que reflexiones sobre cuales son las cuestiones importantes de la vida, ni que intentes recordar lo que a través de la cultura, la educación y la religión nos han vendido sobre la felicidad.

¿Qué es para ti la felicidad? ¿Qué necesitas para ser feliz? ¿Eres feliz? ¿Cuándo comenzarás a serlo? ¿Cómo sabrás que eres feliz? ¿Cómo harás saber a los demás que eres feliz?

Estas preguntas pueden parecer simples, sin embargo, no pueden ser contestadas de forma frívola o rápida, pues las respuestas a estas preguntas pueden determinar o al menos condicionar en gran medida nuestras vidas.

En la medida en que podamos identificar las cosas que nos hacen felices, podremos orientar nuestros esfuerzos y energías hacia ellas. ¿Acaso conoces alguna otra forma de llegar a algún sitio? ¡Claro que no!. Antes de iniciar el camino hacia la felicidad, es necesario que elaboremos nuestro propio mapa, el que nos conducirá hacia ella.

Ese mapa es personal e intransferible, para otra persona quizás no tenga valor. No obstante, para ti es una guía imprescindible y que te marcará el camino ha seguir hacia tu propia felicidad.

Por último, me gustaría compartir algo que yo personalmente tengo muy interiorizado: la felicidad es un estado de ánimo. Por lo tanto, eres tú quien decide si eres feliz y en que medida. 

Existe una forma de medir la felicidad, y esta medición se basa en el tiempo invertido en la realización o ejecución de una tarea o actividad y la sensación aportada. Es tan sencillo como auto observar cual es tu estado de ánimo al terminar un trabajo, un dibujo, una conversación con una persona.... Si por ejemplo has estado una hora escribiendo un artículo para un blog y al finalizar te sientes bien, a gusto, con ganas de más, alegre.... entonces es que esa tarea te hace feliz. Y eso se puede llevar a cualquier situación.

Pero esto no es todo, incluso si esa tarea o actividad no ha sido gratificante, siempre cabe preguntarse en que medida tú has permitido que la felicidad se manifieste en tu interior, pues a veces somos nosotros inconscientemente quienes bloqueamos nuestra propia felicidad.

¡Date permiso todos los días para ser feliz¡

Una afirmación que podrías repetirte diariamente es: ¡Soy feliz, muestro gratitud a la vida por todo lo que me ofrece y  me doy permiso aquí y ahora para que la felicidad siga estando en mí!.


jueves, 16 de septiembre de 2010

¿De qué color es tu vida?


Sobre los cuatro acuerdos...

En el libro "Los cuatro acuerdos" basado en la sabiduría el pueblo Tolteca, el Dr. Miguel Ruíz inicia esta obra con una máxima que a mí me ha servido a lo largo de los últimos años para entender que la felicidad, al igual que otras muchas cosas simplemente es un estado mental voluntario al que todos podemos llegar con práctica y perseverancia.

Dice así...


«No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo eliges. Si observas tu
vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento».

Los cuatro acuerdos o máximas que sintetiza esta obra son:


  1. Sé impecable con tus palabras.
  2. No te tomes nada personalmente.
  3. No hagas suposiciones.
  4. Haz siempre tu máximo esfuerzo.


1. Sé impecable con tus palabras.
Se refiere a que cuando hablamos, manifestamos nuestros pensamientos y a su vez las personas sentimos en función de los pensamientos que tenemos y terminamos actuando dejándonos llevar por emociones que a veces no son nada constructivas, tales como el miedo o la ira.
Ser impecable se refiere a ser responsable de tus propios pensamientos, palabras, emociones y acciones y vivir con la convicción de tú eres el único responsable de ti mismo y nada de lo que ocurre en el exterior justifica lo que ocurre en tu interior.


2. No te tomes nada personalmente.
Si una persona que no te conoce te insulta mientras caminas por la calle, ¿qué haces? ¿tiene sentido enfadarse o tomarse a pecho lo que haya dicho?.
Si en tu interior todo está bien porqué dar fuerza a lo que otra persona diga o haga sobre ti. El hecho de que otra persona formule una idea que a ti no guste no significa que tengas que actuar. Simplemente fluye y deja que las cosas pasen y continúen su camino.

3. No hagas suposiciones. 
La mayoría de los problemas que tienen las personas se atribuyen a suposiciones: no hago esto no vaya a ser que.... no digo esto, ya que entonces puede que.... me han comentado esto y seguro que estaban pensando en... esto que me han hecho seguro que está relacionado con... su mirada me decía que.... (suposiciones, suposiciones).
Manejar tu vida en base a suposiciones es perder el tiempo y las energías.
Si tienes dudas sobre algo o necesitas aclarar alguna cuestión, simplemente pregunta.


4. Haz siempre el máximo esfuerzo.
Dicho de otra forma: en cualquier circunstancia, con los recursos disponibles, da siempre el máximo.
De esta forma multiplicas las oportunidades de tener éxito en cualquier cosa que emprendas.

Cuatro acuerdos simples y a la vez difíciles de materializar en el día a día.

Os invito a que los pongáis en práctica a partir de hoy y que comprobéis vosotros mismos los resultados que ofrece.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Si yo cambiara


Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros... los comprendería.
Si yo encontrara lo positivo en todos... con qué alegría me comunicaría con ellos!
Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás... los haría felices.
Si yo aceptara a todos como son... sufriría menos.
Si yo deseara siempre el bienestar de los demás... sería feliz.
Si yo criticara menos y amara más... cuántos amigos ganaría.
 Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos y tratara de cambiarlos... cuánto mejoraría mi hogar y mis ambientes!
Si yo cambiara el tener más por el ser más... sería mejor persona.
Si yo cambiara de ser Yo, a ser Nosotros... comenzaría la civilización del Amor.
Si yo cambiara los ídolos: poder, dinero, sexo, ambición, egoísmo y vanidad definitivamente por: Libertad, Bondad, Verdad, Justicia, Compasión, Belleza y Amor... comenzaría a vivir la verdadera felicidad.
Si yo cambiara el querer dominar a los demás por el autodominio... aprendería a amar en libertad.
Si yo dejara de mirar lo que hacen los demás...tendría más tiempo para hacer más cosas.
Si yo cambiara el fijarme cuánto dan los otros para ver cuánto más puedo dar yo... erradicaría de mí la avaricia y conocería la abundancia.
Si yo cambiara el creer que sé todo... me daría la posibilidad de aprender más.
Si yo cambiara el identificarme con mis posesiones como títulos, dinero, status, posición familiar... me daría cuenta que lo más importante de mí es que Yo Soy un Ser de Amor.
Si yo cambiara todos mis miedos por Amor... sería definitivamente libre.
Si yo cambiara el competir con los otros por el competir conmigo mismo... sería cada vez mejor.
Si yo dejara de envidiar lo ajeno... usaría todas mis energías para lograr lo mío.
Si yo cambiara el querer colgarme de lo que hacen otros por el desarrollar mi propia creatividad... haría cosas maravillosas.
Si yo cambiara el esperar cosas de los demás... no esperaría nada y recibiría como regalo todo lo que me dan.
Si yo amara el mundo... lo cambiaría.
Si yo cambiara... cambiaría el mundo!

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Lo que el corazón quiere la mente se lo muestra (entrevista)

Entrevista a MARIO ALONSO PUIG, CIRUJANO


Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa).

ENTRENAR
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente.


IMA SANCHÍS - La Vanguardia - 18/10/2004


-Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.

-¿Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.


-¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.


-¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.

-¿Dice que no hay que ser razonable?
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.


-Exagera.
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.

-Más recursos...
-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.


-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".


-¿Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.


-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.

-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.


-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.


-La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, si no sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.


-Déme alguna pista.
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.

-Ver lo que hay y aceptarlo.
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. 
Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.

El poder de un objetivo bien definido

En1953,  John Grinder y Ricard Bandler (padres de la PNL) visitaron la Universidad de Yale (E.E.U.U.) con el objetivo de realizar un experimento muy sencillo. Se les preguntó a los licenciados si tenían un conjunto claramente definido y por escrito de los objetivos que querían alcanzar en su vida.

Sorprendentemente, sólo un 3% de los entrevistados lo había hecho.

Hasta aquí todo esto es simplemente un dato estadístico, si fuese porque 20 años después, los investigadores volvieron y entrevistaron a las personas que participaron en el estudio de 1953 y comprobaron que aquel 3% valía más, en términos de solvencia que todo el 97% restante.

Al margen del éxito financiero, descubrieron que otros aspectos más subjetivos como la felicidad o la satisfacción en la vida también eran superiores en aquel 3%.

¡Así es el poder de un objetivo bien definido!
“Lo que tu mente pueda concebir y crear, puede ser alcanzado”
Napoleón HIl

La automotivación como motor del cambio

Varias formas de desarrollar y mantener la AUTOMOTIVACIÓN:

1 - La actitud lo es todo. La actitud no es más que las “gafas” con las que miras el mundo que te rodea y todo lo que te ocurre. Condiciónate diariamente para estar motivado.

2 - Evita comparaciones. Estar comparándote constantemente con los demás te quitará una enorme cantidad de energía, pues estarás centrado en el exterior en vez de en tu interior, que es donde debes poner el foco para introducir mejoras y alcanzar objetivos. Recuerda que eres único y especial

3- Acepta la responsabilidad de tus acciones, resultados y de tu propia vida. No eches balones fuera ni busques culpables a tu alrededor cuando las cosas no van como quieres. La mayor enfermedad de la enfermedad es la “excusitis crónica”.

4 – Haz un listado de tus propios logros. Para y reflexiona. Toma conciencia de los pasos que vas dando y de lo que vas consiguiendo, te situará en un nivel de pensamiento de “Yo puedo conseguirlo, sé que puedo”.

5 – Valora y muestra gratitud por todo lo que te rodea. Es una forma muy poderosa de estar motivado ante la propia vida y preparado para la acción. Es como tener el motor del coche en marcha, preparado para iniciar la marcha en cualquier momento.

6 – Vive apasionadamente. Añade un elemento extra a todo lo que haces ordinariamente. Ten una visión estimulante de la vida y ten un motivo real para vivir. Ten una visión de soñador y crea imágenes que difuminen y anulen los pensamientos negativos.

7 - Activa la rueda del éxito. Un resultado lleva a otro a resultado. Conseguir un objetivo te lleva a desear conseguir el siguiente. Rétate a conseguir resultados, esto multiplicará tu motivación y pondrá en marcha la rueda del éxito... más motivación, más resultados, más resultados.... es un bucle infinito.


8 – Alimenta tu mente con mensajes positivos. Dedica un tiempo cada día a generar en tu mente la motivación que la rutina diaria hace perder. Alimenta tu estómago, pero también tu mente.

9 – Picos y Valles. Aprovecha tus momentos de alta motivación para avanzar en aquellos objetivos que te has propuesto, no dejes escapar esos picos en los que tu motivación se ha disparado y consigue avances espectaculares. Pregúntate: ¿Que ha hecho que me sienta tan motivado y predispuesto para la acción? Anota la respuesta y tendrás una información muy importante para volver a motivarte recreando situaciones similares.